jueves, 25 de octubre de 2007

Batido de metal

Disculpadme, señores peyoteros por mi temporal ausencia en la red de redes. Lo cierto es que ando atareado en la universidad y apenas tengo tiempo ni para actualizar mi bitácora principal, Capa y Espada (que lo tengo como a Naruto en televisión: relleno y más relleno para que la gente me siga viendo).

Pero voy a intentar ponerle un poco de remedio con un magnífico video musical. Un temazo de unos tipos que, no contentos con llamarse Massacre, se han llamado Massacration porque la primera opción les parecía que era muy blandita para unos machotes como ellos.

Massacration son unos cuantos brasileños que se juntan para hacer auténticas maravillas musicales. Entre sus temas más conocidos están Metal Bucetation (¿?), Evil Papagali o este clásico de hoy titulado Metal Milkshake.



Si por algo destaca el grupo, a parte de por el magnífico sonido y por las elaboradas composiciones de la música, es por las letras. Ahora que lo habéis visto una vez, ponedlo de nuevo y cantad esta pura poesía.

March!

Hot dog,
Milkshake,
Sunday,
Sayday!

People,
Table,
Walkman,
Umbrela!

Round one:
Fight!
Final lap,
Start!
Game over!
Playstation,
Atari, Ah!

Playback,
Ketchup,
Brother,
Away!
Marshlellow,
O.K.
Michael Jackson...

Maclaren, bacon, greatest hits,
Fax modem, internet, puff, metal!
Tape deck, I love you, pause, stop,
Michael Jackson!!!

Metal are the gods,
Metal are the gods!
Metal are the gods,
Metal are the gods!


Qué maravilla, ¿eh? Yo imagino que una de las primeras reuniones del grupo debió ser algo así.

-Oye, podemos cantar en inglés en vez de en portugués, que mola más.
-Pero no tenemos ni puta idea de inglés.
-...
-...
-Oye, podemos cantar en inglés en vez de en portugués, que mola más.
-Vale.

Pues eso amigos. Hasta la proxima entrada con buena música. Y recordad: "Meeeeeetaaaaal aaaare the goooooooooooods".

jueves, 18 de octubre de 2007

John Frusciante, ese entrañable heroinómano

Para mi primer artículo en el blog tenía pensado hacer un articulo sobre John Frusciante increíblemente documentado y cuya mera longitud fuera una ofensa ante los ojos de Dios, pero debido a mi poca afición por el trabajo duro y el esfuerzo, voy a realizar un serie de artículos cortos con un par de vídeos cada uno.

Bueno para quien no lo sepa John Frusciante es conocido por ser el guitarrista de los Red Hot Chilli Peppers, aunque es mucho mas interesante en su carrera en solitario. John era era un chavalín un poco pipilla cuyo grupo favorito era RHCP, a la muerte por sobredosis de su guitarrista Hillel Slovak a John se le abrieron las puertas para entrar en la banda (como ya hemos dicho dicho era su grupo favorito y se sabia todas sus canciones al dedillo).

Al entrar John en la banda su estilo musical cambia, y en el segundo disco que graba la nueva formación, Blood Sugar Sex Magic cosechan un éxito arrollador y al bueno del Frusci se le empieza a ir la pinza, de ser un chaval formalote que no había roto un plato pasa a ser un porreta de mucho cuidado (según dicen no probo la heroína hasta abandonar la banda) y a estar disconforme con el éxito del grupo, empieza a hacer solos cada vez mas largos y en ocasiones, como en el video que pongo a continuación, toca lento solo para confundir a Anthony, el cantante; y hacerlo enfadar (por no hablar de sus aterrorizadores coros).



Permanezcan atentos a nuevos escritos sobre las andanzas de nuestro heroinómano favorito

lunes, 1 de octubre de 2007

"Pues sí, esto es un sexshop"

Inauguramos el blog con una entrada sobre la experiencia de esta tarde de un servidor de. Leedlo, hay mujeres y sexo.

Estaba yo paseando por Madrid, saliendo de la Casa del Libro, con una buena amiga y en nuestra vuelta hacia el metro de Sol, nos encontramos un par de sex-shops. Como la chica no había entrado nunca y tenía curiosidad (y algo de vergüenza por entrar sola), la dije que si quería entrar la acompañaba. Efectivamente, así sucedió, y esto dio lugar a una serie de reflexiones.

No era la primera vez que visitaba un establecimiento de este tipo. Pero tampoco soy un salidorro, señores, era la segunda. Lo primero: el estupor inicial de mi acompañante al ver la inconmensurable cantidad de dvds con las palabras anal, sucking, whores, bitches, cunts, teen, lolitas, black, cocks, etc, hábilmente combinadas para que den lugar a un montón de títulos diferentes para la misma temática. ¡Qué mundo más lingüísticamente enrevesado el del porno! ¡Como con tan poco pueden hacer tantas combinaciones! El espectro es casi infinito: “teen cunts”, “teen lolitas”, “black cocks”, “anal cunt”... bueno, este también sirve para grupos de punk-hardcore.

Cuando su parálisis y vergüenza inicial dejan paso a la curiosidad, acompaño a la chica hasta el área de esposas, antifaces, fustas y demás juguetitos para pasar una tarde agradable en un motel de Las Vegas (si ya tuviéramos dinero para los casinos...). En este momento, me convierto en el rey del sexshop. Durante los siguientes minutos que pasamos en la tienda soy la envidia de todos los infraseres que paseaban su culo en busca de algo para satisfacerse, por una sencilla razón que explico a continuación.

No sólo era el tipo más joven de la tienda, el resto eran mayores de treinta, algunos de ellos, bastante poco agraciados, los pobres (uno de ellos tenía pinta de cura de los que tocan monaguillos); sino que además estaba acompañado de una fémina atractiva de mi misma edad. ¿Cuál es el pensamiento que se ha cruzado por la cabeza de estos machotes con tanto amor para descargar... sobre elementos artificiales? “¡Qué suerte! Esta es la típica parejita en busca de esposas, fetiches y pelis porno. ¡Qué no daría yo por una tía que se pusiera a tope con una peli guarra! ¡Qué no daría yo por tener su edad y tirarme a una tía como esa!”. Y claro, a uno, que es un macho estúpido atiborrado de testosterona y orgullo viril, pues se le hicha el pecho. No os preocupéis, amigos pajilleros, a mí también me gustaría que esto fuera verdad. Sniff.

Y luego pasamos a la mejor de las secciones: los consoladores. Ningún escritor simbolista o romántico; ningún pintor surrealista u onírico; ningún músico barroco y apasionado; ninguno de ellos pudo nunca imaginar el irreal mundo que son las secciones de consoladores de estas tiendas. Para las chicas que no hayan entrado: hay gente que espera que os introduzcáis esto en vuestra vagina:



¿Alguna aventurera se apunta a probar nuevas y desgarradoras experiencias? ¿Sólo pensar en meterse la lata ya duele, no? Tengo que decir que aquí no fue sólo ella la que flipó, la verdad. Aunque más divertido fue explicarle el funcionamiento de las bolas chinas y otras cositas que había por ahí y ver las caras que ponían. Angelito, es tan inocente.

Sí, sé lo que muchos están pensando, posiblemente, también Nobel: “Joder, y esta es la primera entrada...” Pues ya sabéis como va a ir el tema, amigos.

Un saludo,

-Scaramouche-